Recuerdos..

12.12.12

Me parece asombroso como nuestro cuerpo y nuestra mente, pero sobre todo nuestro corazón, están llenos de fuerza, una fuerza que ni siquiera proviene de nosotros mismos. Estos días he estado analizando cada uno de mis días con cáncer, desde el momento en el que me internaron por un simple dolor en la vesícula, y como al pasar los días y después de una operación a corazón abierto, termina en un diagnostico con cáncer. Recuerdo cada día como si ese año y cuatro meses, hubiera sido ayer. Recuerdo mis sueños y metas antes del cáncer, los recuerdo cada uno tal cual; y ahora, un año y meses después, me parecen los sueños y metas mas vánales y superficiales del mundo. Y no es que ahora no los desee, claro que lo deseo, mis sueños siguen en mi lista de cosas que tengo que hacer. Pero ya no es mi prioridad. Por lo mismo, porque mi vida cambio de una manera drástica y permanente.

Recuerdo también, cada uno de mis miedos, y no un miedo a no arriesgarme, que es el que la mayoría tenemos ahora. Ese es nuestro mayor miedo como sociedad, el miedo a arriesgarnos. Pero en ese momento, el arriesgarme o no, ni siquiera estaba como opción. Mi mayor miedo era morir. Mi mayor miedo era vivir todos los días con la incertidumbre de no saber que pasa en mi cuerpo, pero sobre todo, de no saber que pasaría con mi vida. Porque veía a mis amigos hacer su vida, una vida sin preocupaciones mayores. Y aun veo a personas vivir como si la vida fuera algo permanente.

No solo ese era mi miedo, creo que al final de cuentas ese era el último. Mi miedo más fuerte era que todo a mí alrededor se desmoronara, mi familia; mis padres, hermanas, primos, tías, abuelos. Mis amigos. También le tenía miedo al dolor, no solo físico, y vaya que fue bastante. Si no también el emocional. Era una especie de balanza, yo tenía que estar bien, para que mis papas lo estuvieran, y mis papas tenían que estar bien para que yo lo estuviera. Aunque no puedo mentirles, hubo muchos días en los que tuve que abrazar a mi mama y decirle "Mama ya estoy cansada", imagínenme en mi peor momento, no solo emocional, si no físico.. Llena de tubos, picada por todas partes, con dolor extremo... y con un terrible miedo de no saber que seguia. Y mi mama estuvo ahí, para aquellas veces que tuve que decirle que ya estaba cansada. Y no imagino su dolor, recuerdo que sus lagrimas salían, y no había palabras de consuelo para mi, no había nada que me consolara, solo un "Dios esta con nosotros". Y como ya lo he dicho millones de veces, lo estuvo todo el tiempo. También recuerdo decirle a mi papa, en un tono de voz mas desesperado, "Papa, ya estoy harta, ya no quiero", y aunque el no lloraba por completo, sus ojos se tornaban rojizos, por primera vez, la bebe de la casa, se sentía harta y cansada por algo totalmente real, no por tonterías. Esto era más real que cualquier otra cosa. El cáncer, esa enfermedad que solo sucede en la televisión, o a algún conocido de un amigo. Esa enfermedad que vi en la película "My sister's keeper" y con la cual llore demasiado por todo lo sucedido, y decía pobrecita, pobre su familia, pobres todos. Pues ahora era yo la que protagonizaba la niña con cáncer, solo que en vez de ser leucemia, era linfoma. Mi propia película en la que se vieron involucrados cada uno de los miembros de mi familia, y sobre todo; mis amigos.

Recuerdo que con mi mejor amiga nunca llore sobre el tema del cáncer, y no porque no pudiera hablarlo con ella, sabía que podía hacerlo. Pero ella siempre fue la mejor para hacerme reír, para que se me olvidara, fue la mejor acompañante en las quimioterapias, y en los efectos de ellas también. Ha sido la mejor en todo, y a pesar de que ella también pasaba por problemas, intentaba no contarme nada para que yo no me mortificara. La conozco tan bien. La única vez que quizá llore, fue la vez que me volvieron a abrir para quitarme el porth a cath, estaba muy asustada, y recuerdo que también la asuste, pero firme, como siempre. Estuvo a mi lado.

Recuerdo tantas peleas con mi novio en aquel entonces, pero recuerdo que siempre estuvo ahí, a pesar de todo. Recuerdo que no entendíamos que pasaba, no sabíamos que pasaría, pero siempre soñábamos tantas cosas juntos... Y hacíamos planes a futuro, eso nos hacia bien a los dos, me hacia sentir como que había un plan con o sin mi enfermedad, y eso me motivaba. Recuerdo que seguimos juntos a pesar de las adversidades, a pesar de que todos nuestros amigos y sus noviazgos eran normales y salían, como una pareja normal, a nosotros nos costó el doble de lo que a las parejas normales, y por eso tiene un mayor valor para mi. Son recuerdos valiosos.

Recuerdo también, cada una de mis aventuras en el quirófano, en las que muchas veces llore, otras me reí (de nervios), otras hasta hice el oso de mi vida declarándole al doctor cuanto lo quería, jajá. Recuerdo sentir el bisturí en mi piel, no el dolor, solo el movimiento. Recuerdo los efectos de la quimioterapia, los vómitos imparables, las mugrosas nauseas que no me dejaban comer, ni tomar agua. Las dolorosas infecciones. Los piquetes en mi pecho para conectarme a mi catéter. Recuerdo llorar de dolor en mi casa y tener a mis papas a un lado, llorando por mí, sin saber que hacer, porque no había nada, nada humanamente posible para que me pararan mi dolor. Me recuerdo en una camilla, drogada y sedada, para controlar mi dolor. Recuerdo ver a mis amigos pasar en el hospital, muchos nunca volvieron, muchos otros no se tomaron la molestia de ir, pero unos cuantos se quedaron conmigo hasta el ultimo minuto, y celebraron conmigo nuestra victoria. Cada vez que me ponchaban una vena, o cada vez que se me infiltraba la solución en esta. Las dos veces que vi caer mi cabello. El sentirme sola alguna vez. El verme al espejo y no reconocerme. Las ahora cicatrices en mi piel, que alguna vez fueron heridas. Y que ahora les llamo "heridas de guerra", y las cuales, las porto orgullosa, porque sé que nadie mas las tiene, tienen una historia, y un valor. Pero sobre todo, representan un cambio en mi vida.

Y es ahora cuando digo, WOW!! Si tuve fuerza, pase de ser esa pequeña niña, débil, tan superficial, a ser una mujer que lucho por su vida. Pero sin duda alguna todo esto viene de alguien más grande que yo... Viene de Dios. Y como siempre les digo, el día que yo enferme físicamente, ese día, yo empezó a sanar emocionalmente. Y ese día le abrí mi corazón a Dios, para que se quedara en el, para siempre.

Besos de una semi - pelona. Ya me crece mi cabellitoooo!!! Y mis pestañas :D!
Bendiciones!!!!!!!!!!!!!! Dios con ustedes
Pd1. La próxima entrada será como hasta el jueves, porque este sábado me voy a misionar a la sierra!! Y estoy totalmente feliz!! Sé que contamos con sus oraciones!!!

2 comentarios:

  1. Ale enhorabuena y claro que estas siempre en nuestras oraciones,,,Que Dios los acompañe en esta nueva encomienda que tienes tú y el equipo de misioneros y predicadores.
    Y por su puestos SI DIOS CON USTEDES QUIEN CONTRA USTEDES!!!!!
    Te envio un gran abrazo y un beso... Felicidades Guerrera por tu espiritu de ayudar y dar a conocer la palabra de Dios. Que Dios te siga llenando de muchas bendiciones.

    ResponderEliminar
  2. Ale:he leido tu experiencia con esta horrible enfermedad, me llamo Marcela, soy de Argentina y el pasado 19 de junio me diagnosticaron càncer de mama. Me operaron y ahora estoy en tratamiento con quimio y luego radio.
    Admiro tu fortaleza! Dios està contigo y con todos los que tenemos que luchar por nuestra salud, te mando un beso y un abrazo muy muy fuerte!

    ResponderEliminar

¡Sus comentarios me hacen sumamente feliz!: