Mi espejo

11.8.14

Durante estos tres años, una de las cosas más duras que tuve que enfrentar fue el espejo. El ver frente a mis ojos como esa Alejandra que creía conocer iba transformándose lenta y dolorosamente.. Cada cierto tiempo acumulaba en mi cuerpo una nueva marca. Una marca que voluntariamente yo no desee que estuviese ahí, pero ¿que puedo decir?, el cáncer muchas veces intento ser más fuerte que yo..
Esas marcas, en un principio fueron ocasionadas por dolorosas cirugías, en las que más de un par de veces me vi postrada en una camilla de hospital, tocando sondas debajo de mi cuerpo, sintiéndome poco a poco más dependiente de mis médicos, de los fármacos, de mi familia, y por supuesto de Dios.

Un día a la vez

29.4.14

No tengo ni la menor idea de lo que suceda mañana, de lo que Dios tenga preparado para mí a partir de mañana. No conozco mi futuro, ni tengo ninguna certeza de él, pero hoy, hoy me siento plena, feliz, en paz. Hoy sueño e intento alcanzar mis metas, hoy me pongo a prueba, y me digo a mi misma cada vez que pienso que no puedo: "si puedes, si has podido". Hoy agradezco cada una de las bendiciones que Dios me da sin siquiera merecerlas. Hoy río por segundos, que últimamente parece que río por horas, pues esa risa pasa por cámara lenta dentro de mi mente, como si supiera que mañana... mañana yo no sé si pueda reír así.
Hoy disfruto la "monotonía" del día a día; muchos le llaman así, yo le llamo milagro. Para mí es un milagro poder abrir los ojos y que lo primero que yo vea sea la luz del sol pasando por mi ventana y no los reflectores del hospital. Es un milagro poder levantarme de la cama sin ningún cable enredado en mi cuerpo. Es un milagro arreglarme sin la ayuda de mi mama o el cuidado de mi papa. Es un milagro poder bajar las escaleras, aunque muchas veces mis rodillas truenan, pero las estoy bajando por mi cuenta, nadie me ayuda, es un milagro. Es un milagro sentir los rayos del sol que queman y no sentir el frió de todos los aparatos que usaban para el control de mi salud.

El cielo no pudo esperar por ustedes.

1.2.14

Han pasado dos meses desde que escribí la última entrada. Me despedí del cáncer, deseando que no hubiera nada, absolutamente nada de él. Mis doctores me dieron una pequeña remisión de dos meses; el resultado del estudio fue que lograron reducir el cáncer en un 50%, y en su momento eso me hizo muy feliz. Aunque es de pensarse, que mas hubiéramos querido que los estudios no arrojaran absolutamente nada, sin embargo el PET marca de verde las zonas en donde el cáncer está teniendo actividad, y aun estaba ahí.. invadiendo mi cuerpo, diciéndome: "AQUI ESTOY".

Carta al cáncer.

2.12.13

Querido cáncer:
Hace mucho tiempo que he querido decirte unas cuantas cosas, pero no encontraba el momento adecuado para hacerlo, ni sabía exactamente como expresarme de ti y de lo que me has hecho sentir durante todo este tiempo...
No sé si sean las palabras correctas, pero te lo escribo con la mano en el corazón, pero sobre todo; con Fe en Dios.

Se de ti porque has salido en todos los medios de comunicación, sales en los libros y revistas, toda la gente te conoce... y te teme. Desde pequeña me quede con esa idea de ti, de que tú -el cáncer- era otra manera de llamar a la muerte. Incluso te vi como protagonista de varias películas, y debes de saber que me hiciste llorar mucho, pues ninguno de los actores la pasaba bien a tu lado...
Después supe de ti de una manera que nunca espere, y debo decir que las películas se quedaron cortas para describir todo lo que eres y representas.

Quiero ser mamá..

24.11.13

Ya casi se cumplen dos meses desde que me trasplantaron, y hasta el día de hoy, no ha pasado un solo día en que no considere como una bendición mi vida.
No he vuelto a escribir, porque honestamente no tenía mucho que contar, tampoco he hecho muchas cosas, tiempo atrás me hubiera sentido inútil con tanto "tiempo perdido" (por qué no estoy haciendo nada), pero más bien creo que este tiempo ha sido un tiempo merecido. Merecido para mi familia y por supuesto para mí. He pensado en muchas cosas, porque como ya les dije, el tiempo me sobra, pero creo que era un tiempo que necesitaba. Necesitaba tiempo para aterrizar lo que acababa de vivir.

Por supuesto que un trasplante no estaba en mis planes, ni siquiera en mi panorama de lo "peor" que pudiera pasarme, pero bueno, ya saben cómo es la vida, nunca sabremos que va a pasar, por más que queramos averiguar, no es posible. Y me paso. Me trasplantaron, y me considero una de las personas más bendecidas y afortunadas, ya que en todo el proceso del trasplante no hubo dolor, ni complicaciones, ni infecciones, ni siquiera una fiebre en los días más críticos. Mis doctores de Monterrey me dejaron ir a los 20 días del trasplante a mi ciudad, y hace tres semanas volví al Cd de Monterrey para realizarme un estudio para ver si mi medula había pegado, o si no la había rechazado.