Quiero ser mamá..

24.11.13

Ya casi se cumplen dos meses desde que me trasplantaron, y hasta el día de hoy, no ha pasado un solo día en que no considere como una bendición mi vida.
No he vuelto a escribir, porque honestamente no tenía mucho que contar, tampoco he hecho muchas cosas, tiempo atrás me hubiera sentido inútil con tanto "tiempo perdido" (por qué no estoy haciendo nada), pero más bien creo que este tiempo ha sido un tiempo merecido. Merecido para mi familia y por supuesto para mí. He pensado en muchas cosas, porque como ya les dije, el tiempo me sobra, pero creo que era un tiempo que necesitaba. Necesitaba tiempo para aterrizar lo que acababa de vivir.

Por supuesto que un trasplante no estaba en mis planes, ni siquiera en mi panorama de lo "peor" que pudiera pasarme, pero bueno, ya saben cómo es la vida, nunca sabremos que va a pasar, por más que queramos averiguar, no es posible. Y me paso. Me trasplantaron, y me considero una de las personas más bendecidas y afortunadas, ya que en todo el proceso del trasplante no hubo dolor, ni complicaciones, ni infecciones, ni siquiera una fiebre en los días más críticos. Mis doctores de Monterrey me dejaron ir a los 20 días del trasplante a mi ciudad, y hace tres semanas volví al Cd de Monterrey para realizarme un estudio para ver si mi medula había pegado, o si no la había rechazado.


Dios estuvo en todo momento, Dios ha estado en todo momento, y Dios seguirá estando en todo momento. Mi estudio salió más que perfecto, en mi cuerpo hay un 98% de células madre de mi hermana, o sea que mías solo queda un mínimo e insignificante 2%, quiere decir que el trasplante fue todo un éxito. Y todo esto es sin duda alguna, obra de Dios.

En resumen, eso fue lo que sucedió en mis dos meses de ausencia en este espacio en el que hablo desde el fondo de mi corazón. Debo confesar que el miedo se presenta muy frecuentemente a mi vida, pero solo dura unos instantes, y al siguiente minuto me doy cuenta que estoy riendo de algún chiste que hace mi papa, o alguna tontería que hizo una de mis hermanas, y es cuando digo: "GRACIAS SEÑOR, POR TODO".

Cuando recién llegue a mi casa, a pesar de que estaba muy agradecida por que estaba bien y mi salud poco a poco se restablecía, me sentía sola. Me sentía totalmente desubicada y fuera de órbita, y aunque no hay nadie que me diga si es normal o no, yo creo que lo es, pues he vivido al máximo estos últimos dos años, enfrentándome a una batalla tan dura y difícil que les ha costado también a las personas que están a mi alrededor, y que no sabía cuando terminaría (y aun no lo sé). Creo que por eso me sentí así durante las primeras semanas. Me costó ver como mis amigos tenían su vida muy bien trazada y marcada, como aun estaban estudiando o trabajando, enamorándose o desenamorándose, enfrentándose a algún problema o tomando una decisión que pudiera cambiar sus vidas, y bueno, algunos aspectos de mi vida han tomado pausa por un par de años, sin embargo no fue decisión mía. Yo no pedí esto, pero lo tengo y no lo puedo cambiar. Lo que sí puedo cambiar es mi manera de ver las cosas, es por eso que no me quejo de nada de lo que me ha pasado, el cáncer sigue y seguirá siendo una bendición en mi vida, por mucho que estén en pausa algunos aspectos de esta.

Hace algún tiempo quería compartir con ustedes una inquietud que he tenido desde que me diagnosticaron con cáncer, no la comente ni la hable con casi nadie, solo las personas más allegadas a mi lo saben y es porque es un tema que me duele y que anhelo al mismo tiempo. Sin embargo, creo que es tiempo de soltarlo aquí, pues la finalidad de todo esto es compartir como es la vida de una mujer que tiene cáncer, y estoy segura que muchas mujeres habrán pasado por esto y han tenido la misma inquietud que yo.

Cuando era una niña, mi juego favorito era el de ser mamá, tenía muchos muñecos bebés y jugaba a que era su mamá y los cuidaba y arrullaba entre mis brazos. Cuando crecí y entre a la secundaria y al bachilleres, había una clase que se llamaba orientación (muy fastidiosa por cierto) y nos pedían un plan de vida, y en ellos siempre decía que quería ser mamá. Por supuesto, mi carrera terminada, casada y totalmente enamorada, entregada a Dios, y conforme paso el tiempo, le fui agregando más cosas. Pero la finalidad siempre fue el formar una familia, el ser mamá. Quizá sea porque desde niña he visto el papel que han formado las mamás de mi enorme familia, las admiro y las amo. En especial a mi mamá, que es una de mis mayores inspiraciones. Y después conforme fui creciendo también vi el matrimonio de mis padres madurar y crecer en amor, respeto y tolerancia. Un compromiso total con Dios. Y ese anhelo siempre lo he guardado en mi corazón, pues sabía que un día llegaría el momento en que Dios me presentara esa oportunidad en el momento indicado.

Cuando me diagnosticaron era una niña (y creo que aun lo soy en muchos aspectos), y nunca se me ocurrió preguntar que pasaría con mi sueño de ser madre en algunos años más, si el tratamiento cambiaria eso, si ya no tendría oportunidad, si tenía opciones. No pregunte. Y tome mis primeras 6 quimioterapias y mis primeras 20 radiaciones. Al mes, volví a recaer y fue cuando yo ya había investigado y le pregunte a mi radiólogo, y él me explico que muy probablemente no iba a ser posible que yo fuera madre, pues el tratamiento que me darían iba a ser muy agresivo, pero que no era momento de preocuparme por eso, que no tenia porque adelantarme, que primero tenía que luchar por mi vida antes de querer una nueva vida dentro de mí. Y él me dirigió con mi hematólogo, y le hice la misma pregunta esperando otra respuesta, y su respuesta fue prácticamente la misma, me dijo que tenía que preocuparme primero por mí, por mi bienestar y mi salud, que aun era muy joven, pero que a pesar de las probabilidades, siempre estaba Dios, y que el conocía a muchos otros pacientes que meses después tenían bebés sin ningún problema. Y entonces seguí con cada paso de mi doloroso tratamiento, y no hubo un solo día en que no pensara en ser mamá. Termine cada una de las insoportables quimioterapias, otras 6 mas y 15 radiaciones mas. Dure 8 meses en remisión, y todo lo demás ya lo saben, pues acaba de suceder.

Lo que no les conté durante el proceso del trasplante, muchas veces por miedo al que dirán, o por pena... cuando llegue a Monterey le pregunte al Dr que cuales eran mis probabilidades de ser madre algún dia, y me dijo que podían variar, y que con la quimioterapia que me darian antes del trasplante, muy probablemente dañaria mis ovarios, y fue entonces cuando le pregunte por opciones, y el me dio dos:
- La primera era congelar mis ovarios por medio de una cirugía, lo cual el no recomendaba.
- La segunda fue inyectarme un implante debajo de mi ombligo que congelaría los folículos de los ovarios.

Me decidí por la segunda, la protección solo duro un mes, por lo que ahorita se supone que debería de estar normal, aunque no se qué tan normal, pues mi organismo fue muy dañado por todo el tratamiento que me dieron durante los dos años.

Quizá para ustedes todo esto sea una tontería, pues tengo 20 años. Y no es que lo desee ya, pero lo deseo en algún momento de mi vida, incluso más que el terminar mi carrera. Es tan tonto, pero infinidad de veces he llorado de impotencia por no saber si ese sueño se cumplirá o no. A estas alturas de mi vida, ya no creo en probabilidades, pues como pueden ver, he roto muchos esquemas. Dios ha hecho en mi vida grandes milagros, y sé que si es su voluntad y es lo mejor para mi, algún día me dará esa bendición de ser madre, pero antes, me dará la total salud, me dará el momento para conocer a la persona que llegue a ser el padre de mis hijos, y quizá para eso pasen todavía muchos años. Pero lo deseo, infinidad de veces me he soñado con un bebé entre mis brazos, y muy probablemente sea porque durante estos dos años he estado aferrada a esa idea y ese sueño que el cáncer ha intentado quitarme. Pero para Dios no hay imposibles.


En fin, este era mi pequeño secreto, que durante mucho tiempo guarde dentro de mi corazón. Pero que se que a muchas otras mujeres les ha pasado lo mismo que yo, y fue momento de compartir este otro lado del cáncer.

Cambiando de tema, como pueden ver, cambie algunas cositas de mi blog, espero que les guste y les sea mas fácil acceder. También hice una nueva sección llamada VOLUNTARIOS donde podrán llenar un formulario, y de esta manera mantener el contacto para ayudar a mas personas que están pasando por la misma situación que yo. Es un formulario que dura menos de 1 minuto en llenarse. Se los agradecería muchísimo.

PD. Una vez mas les pido sus oraciones, en una semana vuelvo a monterrey para ver si el cáncer se ha ido de mi cuerpo!!
PD2. Hace unos días, mi hermosa amiga Xiadani me tomo unas fotos, les dejo una de las fotos y el link para que chequen su trabajo.


PD3. Agradezco mucho cada uno de sus comentarios y cada vez que comparten mi pagina <3

GRACIAS POR TODO <3

No hay comentarios:

Publicar un comentario

¡Sus comentarios me hacen sumamente feliz!: