Día 0

2.10.13

Hoy entre a la sala de quimioterapias e infusiones. Me senté en el mismo sillón que me senté hace unas semanas, cuando conocí el lugar por primera vez, aquella vez que entre tomada de la mano de mi papa, con miedo de no saber que pasaría, con tristeza por estar lejos de mis seres queridos, con angustia porque me realizarían un aspirado de médula. Hoy me senté en ese mismo sillón, en el que me di cuenta que estaba siendo una llorona, por sentirme así por un aspirado de médula, cuando frente a mi estaba un niño de 6 años llorando porque su catéter se había tapado. Estaba justo en el mismo sillón, en el que me prometí que seria mas fuerte. Hoy estuve ahí, y a pesar de que llevaba un cubreboca, y que este tapaba mi sonrisa, creo que la felicidad se me notaba hasta en los ojos, con todo y ese color amarillo que tenemos todos los que estamos en esa área. Aun y con toda mi debilidad y mis mareos, me veía feliz, me sentía feliz. 
Me sentía con una nueva y refrescante infusión de esperanza, de sueños, de metas, de deseos y anhelos. Me sentía con tantas ganas de vivir y de luchar hasta el ultimo minuto por mi vida. Me sentí con esta fuerza poderosa de hacer todo lo que Dios me indique y me mande, porque durante estos dos años, eso me hizo feliz, y no creo que exista otra cosa en el mundo que me haga mas feliz, que recorrer el camino que Dios me marca.




Hoy, justo en ese sillón, y en esa hora y media en las que pasaban las células de mi hermanita para salvar mi vida, justo ahí vi mi vida pasar. Y no hablo de todos mis 20 años, no, hablo de mis verdaderos años vividos, en resumen; de estos dos últimos años. Un 11 de Agosto cambio mi vida, y lo llame el día en que volví a la vida. Pero no tenia idea de que Dios tenia otros planes muy diferentes para mi, y me daba otra oportunidad de volver a la vida. Hoy fue ese día. Hoy vi pasar por mi cabeza todos los momentos en los que de verdad estaba viviendo. Hoy recordé el día en que ingrese en la madrugada al hospital, por primera vez. Recordé los días posteriores, recordé la angustia de mis padres por no saber lo que pasaba. Recordé el día en que mis papas entraron a mi cuarto, y me dieron la noticia de que una "bolita" estaba en mi pecho, recordé también cuando después llego el doctor a explicarme que esa bolita se llamaba tumor, y podía tener células cancerígenas. Recordé el día en que me despedí de mis padres con un "hasta pronto" el día que me sacaron el tumor en una cirugía de corazón abierto. Recordé que lo primero que vi al abrir mis ojos, fueron a mis padres. Recordé ese baño de esponja que me hizo sentir como un objeto, porque no podía bañarme. Recordé el día en que me confirmaron que era cáncer, y que iba a ser muy difícil. Recordé el llanto que no pude parar por muchos días, de saber que mi vida estaba cambiando, y que eso no estaba en lo absoluto en mis planes. Recordé que mis hermanas me recibieron por mucho tiempo con cartulinas y mensajes en la casa. Recordé que de tantos y tantos amigos, se quedaron solo mis verdaderos amigos. Recordé cada odiosa y dolorosa quimioterapia, su olor, sus síntomas imparables, como los vómitos, las nauseas, el dolor de cabeza y de huesos, el no tener ganas de hacer nada. recordé el día en que mi cabello se cayo en mis primeros días de escuela, recordé el día en que me tuve que rapar la cabeza, y lo terrible que sentí al verme en el espejo, y ser simplemente otra Alejandra. Recordé mi primer testimonio, y todos los siguientes. Recordé las peleas con mis padres, porque yo quería salir a divertirme como cualquier otra joven, pero no podía porque corría tantos y tantos riesgos, que en ese momento no comprendía. Recordé el día en que Dios me hablo, y me dijo que me amaba, que no tuviera miedo, que el me sanaría, y que ademas, todo esto tenia un propósito, que yo tenia una misión. Recordé que desde aquel entonces, no me he cansado de seguirlo, de nombrarlo, de amarlo. Recordé cada una de mis cirugías, cada uno de mis miedos, cada dolor, cada paso, cada retroceso, recordé a cada persona que entro a mi vida, muchos se quedaron, pero también muchos se fueron. Recordé cada bendición recibida a partir de ese día. Recordé las tres veces que me dijeron, "Ale, eso que tienes se llama cáncer", "Ale, el cáncer volvió", "Ale, hay otra actividad de cáncer, necesitas un trasplante."

Y hoy estoy aquí, con lagrimas en los ojos, intentando describirles todo lo que volví a vivir en esa hora y media que las células entraban a mi cuerpo. Y no hay palabras suficientes para decirles todo lo que siento en este momento. No me considero la persona que mas ha sufrido, sin duda esta experiencia me ha servido para no darme lastima a mi misma, y para darme cuenta que no soy la única que sufre. También, aprendí que el dolor proviene de muchas fuentes, en mi caso vino de la enfermedad, pero antes de la enfermedad, yo ya tenia un dolor, tenia un gran vació. Aprendí que el dolor siempre va a existir, no hay en la tierra un solo ser humano que no haya sentido dolor en su vida, de cualquiera de las fuentes de las que provenga, es dolor. Pero también aprendí, que Dios es el mejor sanador para cualquier tipo y fuente de dolor. Como lo dije antes, desde el día en que me refugie en los brazos de Dios, el se ha encargado de suplir todo cuanto me faltaba, se encargo de curarme con cada una de sus bendiciones, se encargo de enseñarme las cosas mas hermosas de la vida, me ayudo a valorarlas y a no darlas por hecho. Me puso a prueba, para que esa semilla de fe, brotara sana y hermosa, y quizá.. solo quizá, pudiera contagiar a las demás semillas que me rodean. También se encargo de mis sueños, me ayudo a cumplir muchos, pero también me dio ideas para tener unos mucho mas grandes. Me dio todo lo que yo no esperaba y que no deseaba, pero que sin saber, siempre necesite. Me hablo del amor, del verdadero amor. También me enseño que un amigo es un tesoro. Me enseño a cuidar a mi familia, y me ayudo a dejar mi orgullo a un lado, para que mi familia cuidara de mi. 

Hoy es el día 0, los doctores el llaman así, porque es el día en que te trasfunden las células madre. Yo lo llamo como el día en que -una vez mas- volví a nacer. Hace unos días cumplí 20 años, pero creo que el 29 de septiembre no tendrá tanta gracia, comparada al 2 de octubre. El día en que oficialmente volví a nacer.

A partir de este punto, se cuentan aproximadamente 21 días, dentro de estos 21 días, son los días en que yo estaré mas delicada, o puedo rechazar el trasplante, infecciones riesgosas, y demás complicaciones. Mi mama y mis hermanas ya están en Chihuahua, Karelly esta en perfectas condiciones, y muy feliz de que su visita por el hospital haya terminado. El procedimiento para extraer las células madre del cuerpo de mi hermana es mas que sencillo, no consiste en ningún procedimiento quirúrgico, ni para mi, ni para ella. Se le aplicaron vacunas para estimular la producción de células madre, cuatro días antes de que le extrajeran las células, un día antes de la extracción, le colocaron un catéter para no lastimar sus venas, y eso pudiera ser lo mas molesto. Al día siguiente le extrajeron las células por medio del catéter y con la ayuda de una maquina especial para separar la sangre de las células madre. Lo mínimo que necesitaban mis doctores para hacerme el trasplante, era 2 millones de células, y mi hermana -según el conteo- dio 10 millones de celulitas, que en este momento viajan por mis venas hasta encontrar su nido, que es la médula osea. Pero, como son unas bebés aun, tienen que aprender a reproducirse en mi cuerpo, pero esto tarda aproximadamente 2 o 3 semanas, que como ya lo mencione, son los días mas difícil de todo el proceso.







Por lo pronto, a pesar de que mi familia esta lejos, de que extraño a mis amigos, mi cama, mi casa, mi hogar. Estoy feliz, muy feliz. Hace tanto tiempo que no me sentía tan feliz, como hoy.

Quiero aprovechar para agradecerles una vez mas, todo lo que han hecho por mi, yo no hubiera llegado hasta acá sin la ayuda de ustedes, gracias por sus donativos, gracias por los eventos que realizaron y siguen realizando, gracias por estar con mi familia, por estar conmigo, por sus mensajes, por todo el amor, pero sobre todo, gracias por sus oraciones. Hoy vuelvo a confirmar que esas oraciones son escuchadas al instante, y respondidas en los momentos perfectos. Los amo en Cristo!!!

Esto aun no acaba, apenas comienza, así que como les prometí, seguiré escribiendo sobre este gran procedimiento, y sobre estos próximos días, que son los días críticos del trasplante. Se que sigo contando con sus oraciones, ahora mas que nunca, que es cuando viene la verdadera prueba. Confío en Dios, confío en sus planes, y confío ciegamente en su palabra.

Bendiciones,


 

3 comentarios:

  1. Hola Alejandra, encontré tu blog casi por casualidad y no sabes la alegría que me da toparme con un ser como tu. No encuentro la forma de agradecer tus palabras, tus anecdotas, tu aprendizaje y hasta tu sentido del humor en este remolino del cáncer. Mi nombre es Gabriela, tengo 23 años y en mayo de este año me diagnosticaron cancer cerebral.
    En 2 semanas empiezo una quimio mas fuerte y como tu sabrás el miedo es inmenso. Pero tus palabras me han llenado de esperanza, me han ayudado a entender que la vida es simplemente lo que pasa mientras hacemos otros planes. Te vuelvo a agradecer, te felicito y te mando la mejor energía desde el fondo de mi corazón. No me cabe duda que vas a poder con esto y que vas a salir transformada en una persona mas fuerte, sabia, pero tambien en una persona más humilde, solidaria, sensible... en fin.
    Un abrazo muy fuerte para ti y tu familia desde Colombia.

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    1. Gracias por tus palabras Gaby!! Desde ahora cuentas con cada una de mis oraciones y estarás en mis pensamientos siempre. Si un día necesitas algo, no dudes en contactarme, se por experiencia que a veces se necesita a alguien que hable el mismo lenguaje que nosotros. Cualquier cosa estoy a la orden: aleexandra.bc@hotmail.com
      Un abrazo Gaby!! Recuerda que el cáncer no es sinónimo de muerte, es sinónimo de lucha!! Y estoy contigo en esto.

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  2. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

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