MI MADRE BRILLA | TESTIMONIO DE UNA MADRE DE UNA JOVEN CON CÁNCER

9.5.16

¡Hola! En mi país festejamos el 10 de Mayo el día de las madres, así que ¡Feliz día de las mamis! Hoy es un día muy especial para mi, y para mi blog. Hace unas semanas le plantee la idea a mi mami de contar su testimonio desde sus propios zapatos: ser madre de una joven con cáncer. Ella me dijo "hija, voy a llorar", a lo que le respondí: "mami, llorar también sana". Así que después de leer lo que ella escribió, aquí me tienen: sanando y agradeciendo a Dios por la vida de esta mujer, la mujer de mi vida, la reina de mi corazón, el ejemplo mas claro de amor y entrega. No tengo más palabras que decir, pues es mi madre, y podría hablar tantas cosas de ella, y de tantas anecdotas que hemos vivido y superado juntas. Los dejo con mi mami, la mujer con mas brillo sobre la tierra.


Mi nombre es Rocío Cedillo, soy mama de 3 jovencitas: Ale de 22, Kenia de 19 y Karelly de 14. 
Físicamente, en mi cuerpo, no ha pasado la enfermedad del cáncer, sin embargo, la he sentido en mi mente, en mi corazón y en lo más profundo de mi ser, ya que esta enfermedad llegó más allá de donde podía yo soportarlo; llego a uno de los seres que más amo y por quien daría mi vida: Mi hija Ale.
Esa enfermedad llegó a mi familia justo cuando sentíamos que todo estaba bien, que estábamos completos, “Felices”. Ale tenía 17 años, estaba pasando con ella una de las etapas más bellas: la juventud, cuando de pronto la enfermedad empezó a manifestarse con un dolor, donde imaginaria yo lo que estaba por llegar. 

 Empezamos a visitar doctores que no daban con el diagnostico, hospitales, estudios, mi hija sufriendo un gran dolor, y de pronto, la noticia: un tumor del tamaño de una naranja; había que operarla de corazón abierto para extirpar el tumor, ¿qué que sentí? Sentí que el mundo se venía encima, sentí un profundo miedo, sentí bloquearme y perderme en mi dolor por cerca de 15 minutos, cuando algo, que en ese momento no entendía que era, me hizo detenerme y vi pasar la película de mi vida en ese momento, vi a mi esposo temblar de miedo y de impotencia y entendí que debía parar.
Estaba Ale rodeada de nuestra familia en su cuarto de hospital, esperando que alguien les explicara que estaba sucediendo, así que debía dejar de pensar en mi, y tomar el control, y ese momento debía enfrentar lo que aun ni siquiera imaginaba que estaba por llegar, pero sabia y estaba consiente que algo estaba mal.

Dejé de llorar, hable con mi esposo y decidimos subir con la calma que nos fuera posible y avisarles que había un “pequeño tumor” y había que operar.  En ese momento oramos y de ahí comenzó el padecer de mi niña, operaciones, curaciones, quimioterapias que la consumían y a mi junto con ella, pero por dentro, porque por fuera debía tener valor y aparentar que todo estaba bien.
Entonces entendí que era Dios quien me había dado un don perfecto, justo el que necesitaba en ese momento, el don de la fortaleza, ese don que me permitió enfrentar esta dura enfermedad, que me permitió mantenerme entera cuando mi familia más me necesitaba, porque no solo era ver sufrir a mi hija, sino también mi dolor e impotencia de no poder estar con ella todo el tiempo, entonces surgió otro don; recuerdo el momento en que me perdí un momento en la capilla del hospital durante una de las operaciones de mi Ale, me sentía débil, cansada, enojada y le reclame a mi Padre Dios y le dije que ya no podía más y en ese momento se hizo presente este don, pude entender y aceptar que Ale, solo era prestada, que le pertenecía a Dios y con enojo, mucho dolor y frustración lo reconocí y se la entregue, y con humildad acepte lo pequeña que yo era, y que sin El, yo no podría con esta carga y este dolor, reconocí y acepte su voluntad, y en ese momento pude descansar un poco. Deje todo en sus manos y quizá el miedo no desapareció, pero creció mi fe, y me agarre con todas mis fuerzas de Dios, y no me cruce de brazos sino que seguí el camino que él me había señalado, trabaje más duro que nunca, me dedique en cuerpo y alma a mi familia, me olvide de mi, y poco a poco Dios fue acomodando las cosas, deje de lamentarme y aprendí a disfrutar los pequeños momentos; los días en que Dios me permitía ver a mis hijas, verlas abrir sus ojos, eso para mí ya era señal de una nueva oportunidad, aprendí a admirar a mi familia, ¡qué familia!, guerreros todos, cada uno cumplió con su misión, cada uno se dedico a cumplir con lo suyo, formamos un gran equipo y nos unimos mas que nunca.

Mi pequeña hija Karelly venció sus miedos y se enfrento a la dura tarea de donar; dura porque, si la conocieran sabrían que golpearía a un Doctor antes de permitir que la inyectaran jaja. Ahora imaginen todo lo que permitió que hicieran en su pequeño cuerpecito por amor a su hermana, Kenia fue valiente, apoyó a su hermana menor en lo que mamá se ocupaba de la enfermita, luchó en silencio con su miedo y angustia por no preocupar a sus padres, mi esposo, dejo algunos de sus sueños y parte de su vida para cuidar de Ale, nuestras vidas cambiaron, pero definitivamente el cáncer saco lo mejor de todos nosotros. Pude apreciar lo amados que somos, hubo tanta y tanta gente que nos apoyó, y otros muchos que están en el anonimato pero que siguen orando por mi familia y por mi Ale.

Quizá hoy los estragos de esta dura lucha siguen apareciendo, y luchamos con ello todos los días, pero somos testigos de un gran milagro, el milagro que Dios hizo gracias a sus oraciones.

Hoy por hoy soy Madre de una mujer sobreviviente del cáncer, es mi Ale, tuvo cáncer y sigue brillando por la gloria de Dios.

Feliz dia a todas las mamis pero muy especialmente, a aquellas guerreras: Mamas que brillan.


GRACIAS MAMI, POR TU INFINITO AMOR.
Sabes cuanto te amo, y que mis palabras no pueden expresar cuanto lo hago.
¡Achi, achi siempre mamá!

BENDICIONES,
ALEJANDRA

4 comentarios:

  1. Niña, te felicito a ti y a tu madre por seguir brillando.

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  2. Niña, te felicito a ti y a tu madre por seguir brillando.

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  3. Wooow al leer su testimonio experimente muchos sentimientos en verdad, sin conocerlas lloré, admire, sentí un profundo respeto y pedi a Dios que siga llenando de fuerza y bendiciones a su familia... que ejemplo de madre!

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