No me acostumbro, ni lo haré

28.11.14

Estoy a punto de subirme al avión que me llevara a mi segunda ciudad, en la cual viví durante un par de meses, y a la que visito mas seguido de lo que me gustaría: monterrey.
Hoy, después de 6 meses sin saber nada de doctores ni hospital, nada de dolores ni de incertidumbre, nada de remedios caseros ni tratamientos alternativos, nada de "no puedes hacer esto" ni "mejor siéntate", hoy me dirijo allá para realizarme mi estudio de control, aquel que determina si estoy tan bien como en realidad me siento, o si estoy tan mal y simplemente mi cuerpo a soportado tanto, como ya ha estado acostumbrado.




Probablemente ustedes creen que esto es normal para mi, que esto es habitual y que debería de estar acostumbrada. Pero después de tres años, honestamente no es así. No me acostumbro a nada de esto, no me acostumbro a interrumpir mis clases y hacer espacio de mi vida "normal" para tener que ir a un estudio que pudiera o no marcar mi vida.
No me acostumbro a sentir tantas cosas una semana antes del estudio, a pensar en las posibilidades que tengo, en la enfermedad. No me acostumbro a responder todas las preguntas de "rutina" que los doctores me suelen hacer. No me acostumbro a la idea y hecho de que el cáncer puede aparecer en cualquier momento de mi vida, porque el cáncer no es prudente, no es oportuno. El cáncer no conoce de bondad o maldad, no es una persona, no puedo enojarme con el cáncer. No me acostumbro a tener conocimientos médicos, que no me corresponden, que no tendría porque haberme aprendido nunca, que no tiene que ver nada de mi profesión, que no tendría nada que ver conmigo, pero lo tuvo. El cáncer formo parte de mi vida hace tres años, y aunque a veces se va y vuelve, aunque todo parece indicar que ya no esta, formó parte de mi vida, y eso nadie lo podrá cambiar. Nadie podrá borrar todo lo que dejo en mi, lo bueno, lo malo, lo peor. Esta aquí, esta plasmado en mi cuerpo, como una historia para contar, mi humilde y pequeña historia, pero mía.

Hace tanto que no me sentía así. Todo este tiempo he vivido mis días lo mas positivos posible, he reído como nunca, he hecho nuevas amistades, he intentado cultivar las viejas, he hecho cosas que deje para después en la escuela, porque creí que nunca seria capaz de hacerlas. Y por fin, este tiempo pude realizar todo aquello que creí que no era para mi. Disfrute a mi familia, los bese, me enoje con ellos pero sin dejar que pasara el tiempo para reconciliarnos, pase por el hospital unas cuantas veces, volteaba y sonreía, porque ahí estaba mi pequeño y segundo hogar, porque conocí la mayoría de esas habitaciones, porque dentro de ellas reí y llore, creí morir, pero también viví. Porque adentro de ese hospital, conocí a mis mejores amistades, Dios me mando bellos regalos, lo pude ver a los ojos en mi sufrimiento y dolor. He pasado por ese hospital, y me he sentido como si esto hubiera pasado hace mucho tiempo, como si esta historia fuera de alguien mas, que observe de cerca, pero no mi historia. Luego recuerdo que si fui yo, fuimos nosotros quienes vivimos ahí durante un largo tiempo.
Con esto quiero llegar a que he disfrutado estos días, a que me he sentido la Alejandra mas normal del mundo, a que me he dado la oportunidad (y por supuesto Dios) de romper retos, de superar miedos, de crecer.
Pero hace una semana, recordé que tenia que viajar a Monterrey para realizarme ese estudio. El mismo de siempre, el que me ha llegado a definir. Para ser sincera, no tenia miedo, no ha habido síntoma en mi cuerpo, no he tenido dolor, no he visto manchas en mi piel que puedan indicar que algo ande mal, nada. Al contrario, mi piel cada día que pasa se ve mas sana, mi cuerpo poco a poco vuelve a ser el de antes, me siento con mas fuerza, mi cara no es amarilla, ahora están esas bolitas rojas en mis mejillas, como cuando no había cáncer. Hoy me siento bien, me siento plena, me siento sana. Muy sana, aunque mis pulmones a veces fallen y no me dejen respirar, aunque a veces la tos no me deje ni hablar, aunque a veces se inflamen mis pulmones y tenga que acudir a medicamentos para que pueda sentirme mejor, no me acostumbro, pero lo he hecho parte de mi vida. He aprendido que lo que era antes, no podrá ser ahora, he comprendido que el valor de la sanidad nunca volverá a ser el mismo de antes, pero me siento bien. A veces me desespero, a veces reniego de las pequeñas trabas que ha dejado todo el proceso en mi, pero lo asimilo, nunca me acostumbrare, pero puedo vivir con esto.
No ha habido rastro del cáncer, pero ahora me doy cuenta que por mas que me sienta completa en mis "días normales", sigo siendo igual de frágil. Estoy consiente de que Dios me sostiene en sus brazos, pero mi fuerza es la de Él, no es la mía. Sigo siendo un humano, con muchos errores, y por supuesto, con muchos defectos. No hay miedo, pero si lo hay. Es difícil de explicar, y probablemente solo las personas que han pasado por algo así podrán comprenderlo.

No tengo miedo, porque ya se a lo que me enfrento, porque conozco los procedimientos, porque mi cuerpo ha estado a prueba del dolor por mucho tiempo.. y eso no me da miedo. Creo que a lo que le podría temer es a la incertidumbre. El no saber que te depara, que pasará mañana, y no necesito saberlo, no quiero saberlo, pero por momentos me gustaría tener la seguridad de que el cáncer nunca va a volver. Luego, mi parte espiritual, la parte que esta conectada a Dios, mi fe, me recuerda que Él tiene sus planes y sus porqués, y que yo he sido muy feliz respetándolos y amándolo en cada una de estas etapas.

No me había dado cuenta de esto hasta ahora, porque todo tiene sentido. Mi mal humor de una semana para atrás, mis ganas de llorar, mis "síntomas" que solo son engaños de mi cuerpo que le temen a un mal diagnostico. Mis recuerdos.. yo en una camilla, yo con fiebre y temblores, yo en quirófano, yo en quimioterapia, yo en radiaciones, yo sin fuerza ni ganas, yo sin cabello.

Probablemente nunca me acostumbre. Probablemente esos sentimientos encontrados siempre estén ahí cuando de la enfermedad se trate.

Hace unos meses le hice una carta al cáncer, despidiéndome de el, y hoy quisiera hacerle un ultimátum, porque no estoy lista para el.


"Querido" cáncer:
No pienses que te escribo esto porque te extraño. La verdad es que no lo hago, ya no existe esa frase que solemos decir los que te conocemos "hay días buenos y hay días malos". No. Últimamente todos mis días han sido "buenos y muy buenos", porque a pesar de ti, sigo viva. No te extraño, sin embargo, si te pienso, no porque te quiera de vuelta, sino porque has dejado una marca muy grande en mi vida. No te odio, nunca lo haría. Has sido un instrumento enorme para disfrutar del amor de Dios, de su maravillosa misericordia, para valorar a mi hermosa familia, mis amigos. Para valorarme a mi.
No quisiera echarte en cara nada, a pesar de que has dejado daños colaterales en mi cuerpo, como mis pulmones, que no funcionan igual que antes de que tu llegaras. Pero no te lo reprocho. Esto me ha enseñado a ser mas paciente, ha ganarme lo poco o lo mucho que tengo ahora, esto me ha enseñado a tener los pies sobre la tierra, y que cuando el dolor ha sido muy grande, a soñar despierta.
No te reprocho nada, ni el que hayas sido el pretexto de las personas/cosas que ya no están. No me alegra, pero no te lo reprocho, por algo será. No me quejo de el montón de cicatrices que dejo tu rastro en mi cuerpo, ni te echo en cara el que ahora todo mundo me vea el pecho por cada una de ellas. Al contrario, las porto con orgullo. Te vencimos. Ya no estas aquí, al menos eso es lo ultimo que me han dicho los doctores. Y no te quiero de vuelta. Pero si llegas a volver, te prometo, que tendrás que volverte a ir.


Gracias por todo el amor que me han brindado siempre, los llevo siempre en mi corazón. Que Dios bendiga su vida en la manera en que Dios me bendice al tenerlos a ustedes.
Les recuerdo mi sección de voluntarios. Si quieres que tu historia también se cuente, si quieres que tu lucha también sea la nuestra, ¡registrate
________________________________________________________________________________
Esta entrada la escribí el día de ayer, antes de subirme al avión. Hoy ya estoy de nuevo en casa, y los resultados de dicho estudio me los tendrán en estos días. Pronto prometo escribir con el avance de los resultados. Besos!




SUS COMENTARIOS ME HACEN INMENSAMENTE FELIZ!!!

No hay comentarios:

Publicar un comentario

¡Sus comentarios me hacen sumamente feliz!: