El cielo no pudo esperar por ustedes.

1.2.14

Han pasado dos meses desde que escribí la última entrada. Me despedí del cáncer, deseando que no hubiera nada, absolutamente nada de él. Mis doctores me dieron una pequeña remisión de dos meses; el resultado del estudio fue que lograron reducir el cáncer en un 50%, y en su momento eso me hizo muy feliz. Aunque es de pensarse, que mas hubiéramos querido que los estudios no arrojaran absolutamente nada, sin embargo el PET marca de verde las zonas en donde el cáncer está teniendo actividad, y aun estaba ahí.. invadiendo mi cuerpo, diciéndome: "AQUI ESTOY".


Mi familia y yo intentamos convencernos de que disfrutaríamos de estos dos meses en los que los doctores decidieron esperar a que el trasplante trabajara mas y lograra eliminar lo que quedo del cáncer. Hay días en los que intento olvidar que hay algo dentro de mi viviendo, tal vez moviéndose, creciendo.. y hay días en que lo logro; olvido que el cáncer vive en mi. Y esos días disfruto en cámara lenta la sonrisa de mis hermanas, los abrazos y besos de mi madre, los cariños toscos de mi padre. Las visitas de mis abuelitos, mis hermosos primos. Y todo pasa en cámara lenta, porque así lo disfruto mas, disfruto mas ese corto lapso en que logro olvidar que hay algo dentro de mi. Pero también existen los otros días, los días en que todo me recuerda que el cáncer toco a mi vida, y que me ha marcado para siempre. Cuando me miro en el espejo veo cada marca y cada huella que la enfermedad a dejado en mi piel. Siempre he dicho que las cicatrices han valido la pena, pues me han dejado aprendizajes muy importantes que me hicieron crecer como persona, pero hoy.. hoy ya no se si quiera mas cicatrices.
Hay otros días en los que tengo que caminar cierta distancia para llegar al edificio en donde estudio (por fin volví a la escuela), y todos lo hacen, todos caminan esa distancia, es una distancia normal, prudente. Pero a mitad del camino me da un ataque de tos que me impide respirar y hace que mi corazón se acelere. Y a mi mente solo viene la imagen de los estudios en donde muestra la actividad del cáncer, como si estuviera diciéndome: "AQUÍ ESTOY". Y duele. No solo físicamente, me duele el corazón.
Luego, cuando intento hacer a un lado todos esos pensamientos destructivos, que me llenan de miedo y ponen mucho mas a prueba mi fe; pasan cosas irremediables, de esas cosas que duelen y te ponen a reflexionar, como si el mundo se parara.

Cuando estuve en monterrey, conocí a personas que estaban pasando por lo mismo que yo, muchos niños, jóvenes, adultos. De todo un poco (o mucho). Marcaron mi vida de una manera impresionante, hablar con ellos era como si nos conociéramos de toda la vida, era como si tener una enfermedad en común nos abriera las puertas de nuestro corazón. Así fuera un solo día de conocernos, esa persona marcaba nuestra vida. Todas esas personas me enseñaron tantas cosas que nunca imagine que aprendería ahí. Todos pasábamos por lo mismo, conocíamos perfectamente que era una quimioterapia, sabíamos que eramos fuertes, pero también conocíamos nuestros miedos. Y teníamos tanto en común, todos queríamos decirle adiós al cáncer, a la enfermedad. Todos luchamos y nos animábamos unos a los otros, teniendo muy en cuenta y por experiencia propia, que no es fácil, pero todos pasaríamos por lo mismo, así que nadie era mejor que el otro. Todos estábamos unidos por un mismo fin.

Cuando por fin me dejaron volver a Chihuahua, tuve la oportunidad de ir un par de veces al hospital infantil. La primera vez visite a Arturo, de 14 años, el tenia una enfermedad en la médula, que se trataba muy parecido al cáncer que yo tengo. El iba para trasplante de médula en el mismo hospital en el que me lo hicieron a mi. Dios puso los medios, y como mi papá y yo conocíamos a gente de allá, pudimos comunicarlos con un departamento para que vivieran ahí, ya que ellos no conocían.
Después me hablaron para que fuera a visitar a Adilene, tenia 15 años, y tenia casi toda su vida padeciendo Leucemia, su mami había fallecido hace unos meses de cáncer, asi que su papi y ella estaban solos, en la lucha. Prometí visitarla pronto, y ser amigas, ya que yo desee por mucho tiempo tener a alguien que entendiera lo mismo por lo que yo estaba pasando.
Cuando viví en monterrey, en el hospital, conocí a Santiago de 21 años, padecía una enfermedad en la médula que acababan de detectarle hace algunos meses. Así que todo esto era nuevo para él. Nunca voy a olvidar aquella vez en que mi hemoglobina bajo y tuvieron que hacerme una transfusión de sangre, y junto a mi estaba el, también conectado a la unidad de sangre porque también se le bajo la hemoglobina por las quimioterapias. Mi papá y yo tuvimos la oportunidad de conocer a su familia. Y aun después de que volvimos a Chihuahua, mi papá y Santiago mantenían el contacto, así que siempre sabíamos como estábamos.

Hace unos días, nos informaron que Arturo falleció. No sé qué decir aquí, solo vienen a mi mente recuerdos, pequeños recuerdos de él, tan poco de él, pero cuanto dejo en mi vida. Antes de irse a monterrey, le pregunte si tenía miedo, y me contesto que no con una sonrisa. Eso me llevo de él. Su sonrisa.
Hace unos días, le informaron a mi papá que Adilene falleció. Y tampoco sé que decir aquí, ¿que se puede decir? Si la vida está formada de recuerdos, de instantes. Y lo último que recuerdo de Adilene fue la promesa que le hice de que seriamos amigas...
Hoy en la mañana, mi amiga Tamara me informo que nuestro amigo Santiago falleció. Y no supe que decir!! No sé qué decir, no se por dónde empezar, por el dolor que es saber que alguien más se fue luchando.

La presencia del cáncer en mi vida, los terribles recuerdos, estas grandes pérdidas; solo suman más miedo.
No le tengo miedo a la muerte, le tengo miedo a la espera. En dos semanas es el estudio para ver donde quedo el cáncer y que se hará al respecto. Y tengo miedo, mucho miedo. Es como si me sintiera mucho más vulnerable que hace dos años, más débil, más miedosa. Y en mi defensa puedo decir que hasta cierto punto es normal, es normal querer respirar sin tener que sentir esa sombra en tu vida, ese recuerdo en el espejo, esos síntomas que alarman. Me pone a pensar tantas cosas, yo sigo aquí, después de todo sigo aquí, ¿porque ellos se fueron tan pronto? Todo esto me pone a recordar a mi querida abbi, mi primera compañera de batallas...
El cáncer ha sido una bendición para mí en muchos aspectos que muchas veces he dicho, pero hay días como hoy... que preferiría no saber nada de el.


El cielo no pudo esperar por ustedes
En paz descansen:
Arturo
Adilene
Santiago

Gracias por esos instantes que han dejado en mi corazón.



"Yo les aseguro que si el grano de trigo que cae en la tierra no muere, queda infecundo; pero si muere dará fruto abundante. Quien aprecie su vida terrena, la perderá; en cambio quien sepa desprenderse de ella, la conservará para la vida eterna. Si alguien quiere servirme, que me siga; correrá la misma suerte que yo. Todo aquel que me sirva sera honrado por mi Padre." Juan 12: 24-26

"DICHOSO EL HOMBRE QUE SUPERA LA PRUEBA, PORQUE UNA VEZ SUPERADA, RECIBIRA LA CORONA DE LA VIDA QUE EL SEÑOR PROMETIO A LOS QUE LO AMAN"
SANT 1:12

6 comentarios:

  1. hola Ale, he estado leyendo tu blog y la verdad que me has dejado sin palabras,para ser honesta, no soy muy buena para expresarme, pero no quería irme sin decirte cuanto te admiro por tu fuerza y tu voluntad, deseo con todo mi corazón que Dios te siga bendiciendo aun mas, estarás siempre en mis oraciones, con mucho cariño.

    ResponderEliminar
  2. ¡Chica guapa! el cáncer NUNCA te lo puso fácil desde que decidió "instalarse" en tu cuerpo. ¡Cómo no vas a estar cansada! si una chiquilla como tú ahora con quién tendría que estar peleándose es con sus estudios, su trabajo.... nunca contra una enfermedad tan cruel e injusta. ¡Es normal! que esta lucha te produzca CANSANCIO pero piensa una cosa cuando te sientas muy fatigada ponte en los brazos de la Vírgen que ella que es MADRE mejor que nadie sabrá consolarte, reconfortate y aliviarte. El martes pasado día 11 fué la festividad de Ntra. Sra. de Lourdes, patrona de los enfermos. Estuve en su Oratorio visitándola y pidiendo por todos mis enfermos y tú estás entre ellos. No dudes que la Señora te va a cuidar amorosamente y te va a ayudar a seguir adelante. Aquí - http://hospitalidadmadrid.es/ -puedes visitarla que seguro que te va a ayudar mucho.Tomáte la vida con calma y si para llegar a un sitio necesitas hacer un alto en el camino para recuperarte ¿qué problema hay en ello? NINGUNO y si necesitas deshagorte o expresar tu rabia, házlo nadie como tú lo necesita. Ya verás como cuando te desahogues te encontrarás más aliviada. Déjate malcriar y atender por los demás que tú cuando te encuentras mejor también te ocupas de ellos.
    Muchos besos y muuuuuuuuuuuuuuuchos abrazos sanadores.

    ResponderEliminar
  3. Te admiro!!!! sigue adelante tu puedes.

    ResponderEliminar
  4. Sin palabras. La lucha es larga y dura

    ResponderEliminar
  5. Alejandra cada vez que te leo recuerdo tanto a mi mamá, en cada etapa, en cada ingreso al hospital, en cada aparición de esta enfermedad, aunque como en el caso de tus amigos, el cielo no pudo esperar más por ella, y toda la lucha a la que se enfrentó terminó como nunca hubiese querido que fuera, de corazón y con toda mi alma, le pido a Dios que te sane, que te libere definitivamente, gana triunfa en esta lucha, por todos los que no han podido vencer.

    ResponderEliminar
  6. Alejandra ó, Familiares o Amistades de Ale , por favor! no duden en decirle tiene un mensaje urgente muy muy importante en este blog.

    ResponderEliminar

¡Sus comentarios me hacen sumamente feliz!: